jueves, 5 de septiembre de 2013

Comparecencia de Gilberto Guevara Niebla

http://youtu.be/1hLvNuuImB0

COMPARTIENDO NOTA DE LUIS MÉNDEZ FERRER

Luis Méndez Ferrer “Por ley general, los profesores enseñan más por lo que son que por lo que dicen.” Autor desconocido Por medio de estas líneas y este medio, deseo expresar mis reflexiones por sobre el accionar de miles de “maestros” en los últimos días. Primero que nada quiero que sepan que NO estoy en contra de que los maestros defiendan sus derechos, ideales, intereses o lo que consideren “justo” a sus aspiraciones o entender, en verdad que estoy a favor de que los maestros y cualquier ciudadano en general defienda sus legítimos derechos y/o pretensiones, pero siempre y cuando se realice esa defensa o acción a través del respeto, la civilidad y mediante los mecanismos legales previamente establecidos. Por lo anteriormente expuesto: ¿YO TE PREGUNTO MAESTRO? Tú que defiendes tu “lucha” protegido y amparado por los derechos de manifestación de las ideas y asociación. (Artículos 6º. y 9º.de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos). • ¿Sabías que tus derechos tienen limitaciones establecidas en la misma Constitución en la que te amparas para realizar tus marchas y bloqueos? Te expreso lo siguiente: Tu manifestación de ideas no debe atacar la moral, la vida privada, derechos de terceros, provocar algún delito o perturbar el orden público. (Art. 6º. CPEM). Tu libertad de asociación se considera ilegal, cuando a la autoridad le profieres injurias, haces uso de violencia o amenazas para intimidarla u obligarla a resolver en el sentido que deseas. (Art. 9 CPEM). ¿YO TE PREGUNTO MAESTRO? • ¿Lo has hecho “maestro”? • ¿Los millones de mexicanos que no están en tu “lucha” no tienen los mismos derechos que tú? • ¿Acaso tus marchas y bloqueos no han afectado los derechos de terceros? • ¿Dónde queda el derecho de los millones de niños a recibir educación? Se que la jurisprudencia de la libertad de tránsito (Art. 11 CPEM) se establece para las personas y no para los medios de transporte. • ¿Pero no crees que afectas a millones de mexicanos que tienen que trabajar para vivir, al no poder acceder a sus centros de trabajo o por llegar tarde a laborar por tus plantones? • ¿Crees que ha ellos a diferencia de ti, no les descuentan el día por llegar tarde a trabajar o por no poder presentarse a sus centros laborales? • ¿Dónde quedan los derechos de los transportistas y operadores de medios de transporte que no pueden realizar su trabajo porque no pueden transitar por las calles, avenidas y carreteras del país? • ¿Dónde quedan los derechos de los comerciantes, restauranteros y demás unidades productivas del país si mantienes bloqueadas y sitiadas las plazas y lugares donde tienen sus negocios? • ¿Dónde queda el derecho de los enfermos y los adultos mayores que necesitan transitar por las calles que obstruyes? • ¿Dónde queda el derecho de los enfermos a recibir atención médica y que por tus marchas y bloqueos se demoran o incluso no pueden recibirla? • ¿Crees que eres la única clase obrera del país? ¿YO TE PREGUNTO MAESTRO? Tú que te quejas de la corrupción y los malos manejos de los recursos públicos. • ¿No eres tú el que mantuvo 24 años como líder del magisterio a Elba Esther Gordillo? • ¿No eres tú quien eligió como lideres seccionales a personas corruptas, los mismos líderes que hiciste Diputado o Senador y ahora te dan la espalda? • ¿No eres tú quien acepta dadivas y regalos de tu gremio para otorgar tu voto a favor de la renovación de tu Sindicato, para dejar a estos lideres en el poder, en lugar de exigir que ese dinero sea destinado a equipación de escuelas y mejoramiento de la infraestructura de los centros de estudio? • ¿No eres tú quien los mantiene en el poder? Eres tu quien se queja del compadrazgo y del amiguismo que se vive al interior del Sindicato para la asignación de plazas. • ¿Acaso tu estudiaste en la normal o te heredaron la plaza? • ¿Acaso maestro tú concursaste tu plaza como marca la ley, o la heredaste de un familiar, amigo o la compraste? ¿YO TE PREGUNTO MAESTRO? Tu que te quejas de las carencias y rezagos en materia educativa. • ¿El hecho que existan rezagos en materia educativa en muchos lugares, es suficiente para que todos los niños del país, incluso donde existe educación de calidad, no reciban clases? • ¿Acaso no eres tú quien junto con tus líderes sindicales manejas el dinero público destinado a la educación? • ¿No eres tú quien está comisionado al Poder Público del que tanto te quejas? • ¿No eres tú el que no está en el salón de clases? Tú que te quejas de la desigualdad social • ¿No eres tú quien año con año recibe aumento salarial de entre 4 y 5 % neto cuando todos los demás mexicanos ni siquiera lo reciben? • ¿No eres tú quien recibe 90 días de aguinaldo, cuando la Ley establece 15 días? • ¿No eres tu quien recibe cuarenta días de vacaciones anuales, permisos, seguridad social, apoyo para vivienda y demás prestaciones? • ¿No eres tú quien dificulta que la mayoría de los trabajadores que ganan 7 pesos por hora y que no cuentan con ninguna de tus prestaciones no puedan llegar o realizar su trabajo? • ¿No eres tú el que está cobrando sin trabajar? Tu que te quejas que los que no estemos de acuerdo contigo, “estamos con el sistema y somos unos vende patrias.” • ¿No eres tú quien cobra del erario público? • ¿No eres tú quien creó un Partido Político? • ¿No eres tu el que está comprometiendo el futuro de millones de niños al no darles las clases por las que te paga el sistema? ¿YO TE PREGUNTO MAESTRO? Tu que te quejas de la no represión y el uso de violencia • ¿No eres tú quien golpeó a policías a la entrada de la sede de la Cámara de Diputados? • ¿No eres tú quien realizo actos vandálicos en contra de las sedes de los Partidos Políticos, en la sede del Congreso de la Unión, en negocios y comercios, en calles, avenidas y carreteras del País? Tú que eres quien enseña educación y valores • ¿El hecho de que no piense como tú, de que no esté de acuerdo en tu mecanismo de exigir tus “derechos” es suficiente para que me llames ignorante, vendido, vándalo y/o represor? • ¿Acaso la civilidad y el respeto a los derechos de los terceros no forma parte de la educación? Tu que abanderas tu “lucha” en base a pensamientos y frases de grandes Héroes Patrios • ¿No establece Don Benito Juárez García: “Entre los individuos como entre las naciones, el respeto al derecho ajeno es la paz”? Yo te digo maestro NO estoy en contra de tu “lucha”, no estoy en contra de que te defiendas, no estoy en contra de tus pensamientos e ideales, pero tus derechos llegan a donde los míos y los de millones de mexicanos empiezan. El hecho que no esté de acuerdo contigo no significa que estoy en tu contra. ¿Porqué millones de mexicanos tenemos que vernos violentados y disminuidos en nuestros derechos por tus marchas y plantones? • ¿Qué te hicieron los millones de niños que no reciben clases por tu “lucha”? • ¿Qué te hicieron los trabajadores del transporte público que no pueden transitar por calles, avenidas y carreteras del país? • ¿Qué te hicieron los policías que golpeaste? • ¿Qué te hicieron los comerciantes que no pueden realizar su actividad comercial porque tienes sitiadas las plazas y lugares donde tienen sus negocios? • ¿Qué te hicieron los enfermos que no pueden recibir atención médica urgente por el congestionamiento vial ocasionada por tus bloqueos y plantones? • ¿Qué te hicieron los millones de mexicanos que desean ir a trabajar, convivir con su familia o simplemente transitar por la ciudad? • ¿Qué te hice yo? México somos todos, no sólo los maestros. RESPETO TU LUCHA PERO RESPETA MIS DERECHOS Atte. Lic. Luis Méndez Ferrer Nota: Se que esta nota afortunadamente va dirigida a la minoría de los maestros, mi respeto, cariño y agradecimiento a los verdaderos maestros

Educación: la reforma fallida, Compatiendo la nota de Adolfo Sánchez Rebolledo

P or fin se aprobó la Ley General del Servicio Profesional Docente, la más controvertida entre las piezas del rompecabezas que, sin precisión, se dio en llamar reforma educativa. Sobre el derecho de los ciudadanos a conocer con la mayor exactitud posible el contenido de las leyes debatidas por los “representantes de la nación, se impuso la propaganda mediática, la estridencia, la incapacidad de explicar los argumentos propios respetando los ajenos. Los números finales, las prisas, la obstinación para no admitir enmiendas ilustran, más bien, el fracaso del diálogo como fórmula para construir acuerdos satisfactorios que por su naturaleza rebasan el marco gremial. En lugar de poner en el centro de las preocupaciones la transformación del “modelo educativo” que está en crisis (y que, en rigor, debía justificar el sentido de los cambios) se aceptaron las hipótesis implícitas en algunos conocidos diagnósticos y se avanzó contra viento y marea sin alterar uno de los objetivos políticos originales: desmantelar el peso específico del magisterio como actor colectivo, es decir, anular por completo la participación del sindicalismo (corrupto o no) en el funcionamiento del “sistema” educativo nacional. Así, mediante la reforma a la educación se pretende modificar la relación corporativa entre el SNTE y el Estado, pero se pone en tela de juicio la fuerza renovadora de la reforma al anular la presencia magisterial democrática en todo el proceso. La definición de qué educación requiere el país aquí y ahora quedó en el aire o cuando menos subsumida en la argumentación desplegada por los grupos de poder que impulsan el reformismo oficial sin neutralidad posible. (Entre ellos algunos de los históricos adversarios de la escuela pública, del libro de texto, del laicismo en el aula, reciclados tras la alianza entre el SNTE y los presidentes panistas.) La Presidencia, que se propuso recuperar la “rectoría del Estado” para afrontar la crisis de la educación, fue incapaz de articular una propuesta integral para renovar con perspectiva histórica la idea de la educación como derecho sustantivo, sumiendo a la sociedad en el vago discurso que opone retóricamente al maestro real con la entelequia imaginada, economicista (e importada) como parte de la “modernidad” que tanto complace a las élites. A pesar de los buenos augurios iniciales, al final se puede decir que la reforma falla en aquello que se consideraba como su principal exigencia: sentar las bases para conseguir la mejoría profesional de los maestros y avanzar así hacia la calidad de la educación. La evaluación, corazón de la reforma, no aparece con transparencia como el instrumento más apropiado para fortalecer las capacidades profesionales, pues gracias a los actos fallidos de los autores del texto adquiere el tinte negativo de ser tan sólo un recurso en manos de la autoridad para mantener la disciplina laboral, muy alejado del intento de romper con el peso muerto de la burocracia estatal, erigida en juez y parte de las decisiones importantes. Si bien es cierto que en el dictamen final se rectificaron algunos burdos excesos y se incorporaron temas significativos, como el de las normales, en definitiva los problemas de fondo quedaron pendientes. Uno de ellos, planteado durante la sesión del primero de septiembre, está contenido en el artículo 83, donde se asienta que “Las relaciones de trabajo del personal a que se refiere esta ley con las autoridades educativas y organismos descentralizados se regirán por la legislación laboral aplicable, salvo por lo dispuesto en esta ley.” Ante este contenido, el diputado Altamirano se preguntaba durante la sesión del primero de septiembre “¿cuál es la lección que debemos aprender? Que si el gobierno considera indispensable crear un régimen especial de ingreso, sanción y separación de los trabajadores del sector de la educación, escogió mal el camino y el método. No hay ninguna excepción en la Constitución para que los trabajadores de la educación tengan un régimen de relaciones laborales distinto al Apartado B del 123”. La misma línea de argumentación siguió la diputada María Luisa Alcalde al señalar en la tribuna que “el proyecto incurre en errores técnico-jurídicos fundamentales en la definición de conceptos como la permanencia y definitividad que no corresponden a los establecidos ya en la Ley Federal de los Trabajadores al Servicio del Estado, errores realizados con evidente dolo para incrementar la discrecionalidad en el despido del personal docente aun por razones ajenas a la responsabilidad educativa. Interpreta de manera equívoca elementos clave relacionados con la estabilidad laboral, suprime la garantía de audiencia tanto a nivel del propio personal docente como del sindicato, contrario a las reglas que han sido ya reconocidas por la Constitución, la ley burocrática y la jurisprudencia. Además, excluye la participación sindical, lo cual deja en total estado de indefensión a los maestros y viola los principios de libertad de asociación”. Sin duda, el horizonte se complica. El gobierno está dispuesto a hacer concesiones insignificantes para impulsar su proyecto de reformas estructurales. Tiene la fuerza legal para ello, habida cuenta la mayoría alcanzada en el Congreso gracias a la alianza vertebral con el PAN y otros partidos. Cuenta, lo hemos padecido todos, con el ruido aturdidor de los medios y un coro feroz que pide mano dura. Mientras tanto, en el campo de la izquierda persiste la división, la ausencia de una discusión constructiva orientada a la convergencia de la mayoría ciudadana. Vienen debates decisivos, sin exageración. Las reformas energética y hacendaria pueden inclinar el futuro en una dirección u otra. Lo menos que interesa, fuera de defender el patrimonio y la equidad de los mexicanos, son las disputas partidistas

Dialogo

“Para dialogar –decía Antonio Machado–, preguntar primero; después escuchar”. Y así, al final, no conoceremos la verdad, ciertamente, pero sí lo que piensa y defiende el otro y, de este modo, tomar las decisiones correctas para gobernar o para hacer una ley.